Juntar las palmas de las manos y observar cómo se conectan las líneas ha sido una práctica que ha fascinado a muchas personas a lo largo de la historia. Esta observación pertenece a la quiromancia, una forma de arte adivinatorio que se centra en el estudio de las líneas y formas de las manos. La quiromancia pretende revelar aspectos del carácter y el destino de una persona mediante la interpretación de estas características.
Se suele decir que en las manos se puede conocer el destino de una persona y adivinar sucesos pasados, presentes y futuros.
La quiromancia consiste en la práctica de la evaluación del carácter o el futuro de una persona por la lectura de la palma de la mano. Varias líneas y montes a las que supuestamente se sugieren interpretaciones por su tamaño relativo, cualidades e intersecciones. En algunas tradiciones, los lectores también examinan las características de los dedos, uñas, huellas dactilares y patrones de la piel (dermatoglifos), textura de la piel, color, forma de la palma y flexibilidad de la mano.
Un lector comienza con la lectura de la mano dominante (con la que él o ella escribe o utiliza mayormente, que a veces se considera que representa la mente consciente, mientras que el otro lado es el subconsciente) de la persona. En algunas tradiciones, la otra mano se cree que lleva los rasgos hereditarios o familiares.