Cuando una esponja se desgasta y parece que ha cumplido su ciclo de vida útil, el instinto más común es tirarla. Sin embargo, esas esponjas que ya no sirven para lavar platos o limpiar superficies todavía pueden tener un uso valioso, especialmente en el jardín. En lugar de desecharlas, puedes reutilizarlas de manera creativa y sostenible, dándoles una segunda oportunidad que beneficiará tanto a tus plantas como al medio ambiente. A continuación, te contamos por qué no deberías tirar las esponjas viejas y cómo convertirlas en un aliado perfecto para tu jardín.
Las esponjas de cocina tienen muchos usos más allá de lavar platos, como limpiar plantas, bajar la fiebre, y mantener las verduras crujientes.
Otros usos
Limpiar plantas de interior
Bajar la fiebre
Conservar el jabón
Mantener las verduras crujientes
Limpiar pelos de mascota
Perfeccionar la pedicura
Hacer mini bolsas de hielo
Riego en jardinería
Las esponjas de cocina son herramientas esenciales en el hogar, ya que son versátiles y efectivas para limpiar. Sin embargo, es importante lavarlas después de cada uso, desinfectarlas periódicamente y cambiarlas cuando lo indique el fabricante.